Pues una vez terminado el periodo vacacional y habiendo recargado las pilas para seguir afrontando toda la circunstancia que nos ha tocado vivir y metidos ya en septiembre, venimos a hablaros de otra de las maravillas que nos dejó el ya referido en otras ocasiones, naturista ingles Charles Darwing, en esta ocasión en su libro “La expresión de las emociones en el hombre y en los animales”, publicado en 1872.
En esta joya literaria para la ciencia y para la psicología más concretamente, se hacen referencia a multitudes de anotaciones y estudios de las emociones, muy utilizadas incluso en la psicología de nuestros días, como por ejemplo, el saber que todas las expresiones de los seres humanos son innatas y universales , independientemente de la cultura, el lugar o pertenencia de cualquier ser humano que las experimente, en parte, para poder facilitar una de sus funciones principales:
LA COMUNICACIÓN CON NUESTROS SEMEJANTES
En las que con solo llegar a apreciar el rostro de la persona que observamos, tenemos la capacidad de interpretar, de manera muy acertada y casi con plena seguridad, el estado emocional que nuestro observado está experimentando, ya que un japones, un cubano, un senegalés o incluso un miembro de alguna tribu residente de cualquier isla perdida del pacifico, tienen la misma expresión de alegría, de tristeza, de sorpresa o de ira que podamos tener cualquiera, comunicándonos así, sin tener que llegar a decir una sola palabra, el estado en el que nos encontramos.
En ese punto, cabe indicar, que no solo disponemos de un tipo de inteligencia en la que trabajar de manera individual para nuestra propia evolución y desarrollo, y en este caso os expondremos los puntos a trabajar en la inteligencia emocional.
Darwing, distinguió 5 puntos para trabajar la inteligencia emocional:
* Conocer emociones propias.– El máximo exponente de este punto fue el psicólogo estadounidense Paul Ekman, que en 1979, que clasificó las emociones en alegría, tristeza, miedo, ira, sorpresa y asco, como ya expusimos en nuestro post anterior “La importancia de conocer nuestras emociones”.
* Manejar las emociones.- Tener la capacidad de manejar las emociones que sentimos nos ayuda a controlar situaciones que en otras circunstancias puede llegar a desbordarnos, ya sean emociones de las llamadas positivas o negativas.
* Automotivación.– Muy importante es la capacidad de modular nuestra motivación para que sea eficaz nuestro rendimiento, ya que igual de ineficaz es estar extramotivado, como una motivación deficitaria.
* Capacidad de reconocer emociones ajenas.- No solo la inteligencia emocional se basa en conocerse a uno mismo a nivel emocional, sino el tener la capacidad de apreciar los estados emocionales de los interlocutores que nos vamos encontrando a lo largo del día, tomando gran fuerza la empatía.
* Establecer relaciones.– Punto que va en relación con el anterior, en el que el contacto con nuestros semejantes es la tendencia natural de nuestra especie y en la que nuestra necesidad de pertenencia a grupos sociales se ve muy beneficiada al poder establecer estas relaciones con la seguridad de saber o al menos de intuir, el estado de la persona con la que nos relacionamos.
A continuación os dejamos un enlace muy interesante del tema que nos requiere hoy, que esperamos que os guste:
Artículo escrito por D.Jesus Sanchez Cazo ( Universidad de Psicología de Sevilla, UNED )